Esta es la primera entrada que publico en el blog y la misma les acerca mi punto de vista sobre lo que fue el primer campamento de ajedrez en Rocha, el cual marca el inicio de una nueva etapa para nuestro departamento en lo que concierne a este deporte.
Antes de empezar a comentar el taller que nos brindó Roberto Osores, quien está muy comprometido con la difusión del ajedrez, quiero dar las gracias a los jóvenes que participaron, a Roberto, a Christian que lo promovió y a Martín y su familia que cedieron el espacio físico donde se realizó la actividad.
Y bueno con respecto al taller en sí debo decirles que causó un gran impacto en mí. En lo que me voy a concentrar es en lo que se habló sobre la importancia social que tiene el ajedrez, ya que ayuda a desarrollar ciertas capacidades en el individuo que lo ayudan a desenvolverse en sociedad, como por ejemplo, la capacidad de simbolización.
Un individuo que carga con las responsabilidades de la independencia (que llega con la madurez, por lo general), pero sin embargo no ha desarrollado la capacidad que hizo que algún antropólogo definiera al hombre como "ser simbólico", no es más que un niño incapaz de ver que no se puede acceder a todo cuanto se ve y el deseo lo puede llevar por caminos indeseados para la sociedad. Para este individuo , al igual que para un niño, existe únicamente lo que se ve y por lo tanto no verá el fruto de su trabajo hasta que no llegue y mientras tanto verá un esfuerzo improductivo que termina abandonando, generalmente. Es aquí donde actúa el juego de ajedrez: ayuda al adolescente a desarrollar la capacidad de simbolización
El objetivo principal del taller era la formación de monitores de ajedrez y se logró formar un grupo muy joven y con muchas ganas de trabajar en la difusión del ajedrez a nivel escolar por lo que creo que fue una actividad que va dar sus frutos.
Disculpen por lo modesto de la producción de texto. Les aviso que casi quedé a examen de filosofía por este problema.